viernes, 10 de octubre de 2014

Elementos que contiene el planteamiento del problema

3.1.1.   Elementos que contiene el planteamiento del problema

Hernández, Fernández y Baptista[1] (2003) afirman que los elementos para plantear el problema de investigación son tres y están relacionado entre sí: los objetivos que persigue la investigación, las preguntas de investigación y la justificación del estudio. Esto es independiente del momento en que se desarrolle y se obtenga bajo un esquema deductivo o inductivo.

a)    Objetivos de la Investigación 

 En primera cuestión es necesario establecer qué pretende la investigación, es decir cuáles son sus objetivos. Existen investigaciones que buscan, ante todo a contribuir a resolver un problema en especial (en este caso debe mencionarse cuál es y de qué manera se piensa que el estudio ayudará a resolverlo), y otras que tiene como objetivo principal probar una teoría o aportar evidencia empírica en favor de ella. También existen estudios que como resultado final pretenden generar un planteamiento del problema o inducir el conocimiento (en especial los cualitativos).
b)   Preguntas de Investigación
En este ítem es conveniente esbozar, a través de una o varias preguntas el problema que se estudiará. Plantearlo en forma de preguntas tiene la ventaja de presentarlo de manera directa, minimizando la distorsión (Christensen, 2000), no siempre en la pregunta o en las preguntas se comunica el problema en su totalidad, con toda su riqueza y su contenido. A veces se formula solamente el propósito del estudio, aunque las preguntas deben resumir lo que habrá  de ser la investigación. Al respecto no podemos afirmar que haya una forma correcta de expresar todos los problemas de investigación, pues cada uno de ellos se requiere un análisis específico[2].   
c)    Justificación de la Investigación     
En una investigación es imperioso justificar el estudio exponiendo sus razones. La mayoría de las investigaciones se efectúan con propósitos definidos, no se hacen simplemente por capricho o antojo de una persona; y ese propósito debe ser suficientemente fuerte para que se justifique su realización. Cabe precisar en muchos casos se tiene que explicar por qué es conveniente llevar a cabo la investigación y cuáles son los beneficios que se derivaran de ella. Trátese de estudios cuantitativos, cualitativos y mixtos, siempre es importante dicha justificación.  
3.1.2.   Formulación del problema de investigación
Consiste en el planteamiento de una pregunta que define exactamente cuál es el problema a resolver. También podemos definir que son preguntas que orientan el camino para llegar a situaciones desconocidas o para corroborar hipótesis. Es decir se plantea a través de una pregunta de investigación, el investigador espera responderla y de esta forma responder el problema planeado, de manera que sintetiza la identificación, definición y la formulación propiamente dicha. 
En consecuencia una excelente formulación por lo general se logra con una pregunta que resuma y condense la esencia del problema y establezca sus principales parámetros. Si la pregunta está bien  redactada nos debe indicar con claridad que información ha de obtenerse para resolver el problema.
a)    Funciones que cumple la formulación del problema
  • Define exactamente cuál es el problema a resolver.
  • Define cuales son las preguntas de investigación que beben ser respondidas.
  • Define cual es el problema  que será el objeto de estudio.
b)   Ventajas de la formulación del problema
Según los investigadores Cervo y Bervian (1992), sostienen las siguientes ventajas de la formulación del problema:
  • Al formular una pregunta, se sabe con exactitud el tipo de respuesta que se debe buscar.
  • El investigador es llevado a una reflexión benéfica y provechosa sobre el tema
  • Ayuda, en la práctica, en la escogencia de encabezamientos para el sistema de toma de notas.
  • Discrimina con precisión, las notas que serán tomadas, esto es, todas y solamente aquellas que responden a las preguntas formuladas[3].



[1] Hernández S, Fernández C, y Baptista L. (2003) Metodología de la Investigación. México: Mc Graw Hill, p. 44.
[2] Ibídem, p. 45
[3] Cervo, A. y Bervian, P (1992). Metodología científica. Bogotá: McGraw-Hill, p. 52.

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