viernes, 10 de octubre de 2014

CONTRASTACIÓN DE HIPÓTESIS

5.1.        CONTRASTACIÓN DE HIPÓTESIS
Las hipótesis científicas deben ser sometidas a prueba empírica, para tomar una decisión con relación a ellas (rechazarlas o aceptarlas), de acuerdo a lo que el estudioso observe en la realidad. En hipotético caso no se aceptaran, esto no implica que la investigación no tenga sentido. Este hallazgo de no cumplimiento de lo predicho en la hipótesis, en el contexto de una investigación, al igual que su comprobación, incrementa el conocimiento.
En virtud de lo expuesto arriba, el contraste de las hipótesis requiere del cumplimiento de las siguientes etapas:
5.1.1.   Deducción de consecuencias observables.
La mayoría de las hipótesis se formulan en términos abstractos, es decir, no observables directamente. No obstante, para ponerlas a prueba, se deben vincular estos términos abstractos con referentes de la experiencia. Al hacer este proceso deductivo, generalmente, se deben efectuar operaciones empíricas como disponer o construir un instrumento medición, que especifican las operaciones necesarias para poder observar el fenómeno. Esta especificación que implica la operación aludida, se conoce como definición operacional[1].
5.1.2.   Confrontación con la experiencia.
Básicamente esta etapa consiste en la confrontación con la experiencia, mediante la observación, experimentación u otro método. En esta etapa son primordiales las características del diseño del estudio y de los instrumentos de recolección de datos que se apliquen.
5.1.3.   Inferencia.
En esta etapa, una vez recolectada la información, se debe tomar una decisión respecto a la hipótesis, sobre la base de la interpretación de los datos analizados. Si los datos coinciden con lo enunciado por la hipótesis, se dice que éstos la apoyan y, en efecto, se decide aceptarla como verdadera. Sin embargo, esta decisión se toma con una probabilidad de error, ya que los datos provienen de una muestra de la realidad, que podría estar considerando solo aspectos parciales, y por ende constituir una porción sesgada de la misma.  Por otro lado, si la mayoría de las deducciones o consecuencias de las hipótesis no se cumplen, las evidencias nos lleva a rechazar la hipótesis, lo que constituye en sí mismo un conocimiento relevante e interesante.




[1] Se sabe que una definición operacional, a través de un proceso  del cual el investigador explica detalladamente la especificación de los tipos de valores de las variables (cualitativos o cuantitativos) y los cálculos realizados para obtener los valores de las variables (indicadores) en el caso que fueran cuantitativas, en términos de los métodos particulares que se usarán para medirla, en el contexto de la investigación en cuestión. Así por ejemplo la inteligencia podría definirse operacionalmente como las respuestas, expresadas en los puntajes que se obtengan, de la aplicación de una determinada prueba de inteligencia (o “test”). Recuerde que la operacionalización es un proceso que varía de acuerdo al tipo de investigación y su diseño.

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