1.1.
ASPECTOS
DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
Es
el proceso generado por la ciencia, mediante el cual se usan experimentos para
contestar interrogantes.
Para
Tamayo (2012) conocer es enfrentar a la realidad; todo conocimiento es
necesariamente una relación en la cual aparecen dos elementos relacionados
entre sí; uno cognoscente[1], por un lado llamado
sujeto, por el otro llamado objeto. Esta relación implica una actividad en el
sujeto, la de aprehender el objeto, y la del objeto es simplemente la de ser
aprehendido por el sujeto[2].
Bajo
la perspectiva de este autor el sujeto es quien determina la relación con el
objeto y, por tanto, esa actividad de conocer, y pueden entrar en relación con
el objeto de formas diferentes, lo cual hace que la actividad de conocer
oscile entre el conocimiento vulgar y el
conocimiento científico. Entonces quizás, el conocimiento vulgar conduce a ver
el objeto, a entender sin más, sin embargo el conocimiento científico permite ver la realidad lo que otros no
tuvieron la suerte de ver; en efecto, el conocimiento científico se apoya en el
método y la investigación.
En
tal sentido el conocimiento científico es una de las representaciones que tiene
el hombre para otorgarle un significado con sentido a nuestra realidad. De manera que cuando
analizamos qué hace el hombre de ciencia para llegar a interpretar los fenómenos de la realidad nos encontramos
en su forma de producir su conocimiento de la siguiente forma:
El
hombre observa, descubre, explica y predice al conocimiento sistemático de la
realidad.
Otro
punto de vista al respecto es de Alarcón (1991) señala que los conocimientos
que integran una ciencia se logran mediante la incorporación sistemática de la
investigación científica. Arguye que Descartes advertía que si ignoramos algo
de todo lo que podamos saber, significa que no hemos descubierto nunca algún
medio que pueda conducirnos a tal conocimiento[3].
De
tales definiciones se entiende por conocimiento científico, el que se obtiene
mediante la utilización de un conjunto de procedimientos especialmente
diseñados con ese objetivo particular, y al que, como ha sido planeado, algunos
autores denominan método científico. De
manera que éste surge cuando el conocimiento ordinario deja de solucionar los
problemas planteados a partir de las respuestas simples que ofrecía, por el
mismo hecho de que los problemas a resolver se volvían cada vez más complejos,
llegando inclusive a dejarse de plantear problemas en algunos campos. Sin embargo, existen otras posturas al
respecto como de Velásquez y Rey (2002) sostienen que el conocimiento
científico surge como una consecuencia directa del conocimiento ordinario y el
razonamiento especulativo. De ahí que las primeras disciplinas científicas
tengan una relación directa con las necesidades e inquietudes primordiales del
hombre y se vinculan estrechamente con la agricultura y la magia, es decir con
la técnica. De esta manera, surgen las matemáticas, la astronomía, los primeros
atisbos de la medicina y otros[4].
Entonces,
el objetivo de la ciencia consiste en la interpretación de la realidad y en su
transformación, en el dominio progresivo del campo de lo conocido sobre de lo
desconocido. Este dominio no se restringe a una simple descripción de lo
existente sino que va más allá, a la comprensión del mundo con ayuda de las
teorías científicas entendidas éstas como un sistema de conocimientos compuestos por leyes científicas,
principios, teorías y conceptos.
[1]
Un sujeto cognoscente es "la persona que conoce", aquél que realiza
la actividad del conocimiento. Es el que capta algo, el que se posesiona con su
mente de las características de un ser. Las facultades cognoscitivas (ojos,
oídos, entendimiento, etc.) posibilitan que haya alguien que se dé cuenta de lo
que pasa alrededor de él. Ese centro del conocimiento es el sujeto cognoscente.
[2] Tamayo y Tamayo, M. (2012) El Proceso de la Investigación Científica.
México: editorial Limusa. P. 15.
[3]
Alarcón, R. (1991) Método y diseños de
investigación del comportamientos. UPCH. Lima. P. 27.
[4]
Velázquez, A. y Rey, N. (2002) Metodología
de la investigación científica. Lima: Editorial San Marcos. P. 23.
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